Richelieu | Hilaire Belloc

Puede decirse que el período de Richelieu comprende la etapa más trascendental en la formación de la política europea.

La figura hierática del primer ministro de Luis XIII, con su túnica púrpura cardenalicia, se destaca en la pomposa escena de vibrante policromía de aquella dura época histórica que sugería más copiosas obras a la musa romántica y caballeresca, innumerables volúmenes se llenaron de los administrativos del Cardenal, y no hay lengua europea en la que no haya alguna monografía del hombre que, para formar el alma nacional popular de su amada Francia, y elevarse por encima de la aristocracia más orgullosa de su tiempo, sentó fácilmente la cruz tallada para empuñar la espada., como guerrero nato que era, porque fue por ambición, y no por sentimentalismo, que cambió las vestiduras militares por las litúrgicas.