El laberinto territorial español | Roberto L. Blanco Valdés

¿Cómo entender que en un país tan descentralizado como España, las reivindicaciones del nacionalismo vasco y catalán se hayan radicalizado hasta plantear retos secesionistas? ¿Se trata de una situación inédita, supuestamente provocada por las insuficiencias del sistema autonómico o, por el contrario, se inserta en una trayectoria divisoria de los nacionalismos periféricos? Este libro sitúa la cuestión territorial en tres momentos decisivos de nuestra historia, en los que se intentó encontrar una solución que reconociera la pluralidad del país sin poner en peligro su unidad: las Repúblicas de 1873 y 1931, y el período que se inicia en 1978. Con todas sus diferencias, que no pasan desapercibidas en ningún momento del análisis, es inevitable concluir que la progresiva radicalización de los particularismos territoriales empujó a España a un complejo laberinto, al mismo tiempo que dificultó hasta extremos imprevisibles la instauración de un sistema descentralizado. sistema compatible con la unidad nacional, al que ningún Estado puede renunciar.