Cimbelino | William Shakespeare

Cymbeline es una de las grandes obras del período tardío de William Shakespeare. La obra ya era favorita de grandes escritores como Bernard Shaw (quien incluso reescribió la obra en su delicioso Cymbeline refinished), Tennyson o Lytton Strachey. Recientemente redescubierto por la crítica anglosajona, Shakespeare ya utiliza los recursos que utilizó para sus otras dos obras de gran madurez: La tempestad y El cuento de invierno. Los tres juntos forman el grueso de las llamadas novelas de Shakespeare, obras innovadoras en las que experimenta con nuevos rasgos y formas dramáticas. En Cimbelino observamos el gusto por la sofisticación y los despliegues imaginativos llevados al extremo: el artificio teatral en su máxima expresión gozosa. Ambientada en una Gran Bretaña prerromanizada vagamente irreal, las convenciones de los cuentos de hadas, las intrigas de poder y el eterno tema de los celos y la fidelidad en el amor se entretejen con brillante virtuosismo hasta llegar al verdadero gran final de la última escena: en sólo cuatrocientos versos se suceden cada uno. otra en sus más de veinte revelaciones de identidad y escenas de reconocimiento. Pero primero, los personajes (y el espectador/lector con ellos) habrán presenciado prodigiosas apariciones divinas, visitas de fantasmas, envenenamientos y batallas. Presidiendo todos los incidentes se encuentra la bella figura de Imogenia, princesa de Gran Bretaña, que destaca por derecho propio en la soberbia galería de personajes femeninos imaginados por Shakespeare y que para Wordsworth era, ni más ni menos, «la mujer por encima de todo». Las mujeres de Shakespeare.” Traducida al español por primera vez íntegra y en verso, cualquiera que la lea la disfrutará y disfrutará tanto como imaginamos que el propio Shakespeare lo hizo al escribirla.